Chêne Bleu is a renowned wine producer located in the heart of the Provence region in France. The estate is situated on a hilltop, overlooking the picturesque Dentelles de Montmirail mountain range. The history of Chêne Bleu dates back to the 11th century when the estate was owned by the Knights Templar. The current owners, Xavier and Nicole Rolet, purchased the property in 1994 and have since transformed it into a world-class winery.

Chêne Bleu is known for its exceptional red, white, and rosé wines, which are made using traditional winemaking techniques. The estate's vineyards are planted with a variety of grape varietals, including Grenache, Syrah, Mourvèdre, and Viognier. The grapes are hand-harvested and carefully sorted before being fermented in small batches. The wines are then aged in French oak barrels for up to 24 months, resulting in complex and elegant wines.

One of the unique features of Chêne Bleu is its commitment to biodynamic farming practices. The estate is certified biodynamic by Demeter, which means that the vineyards are managed in harmony with the natural rhythms of the earth. This approach to winemaking results in wines that are not only delicious but also reflect the terroir of the region.

Chêne Bleu produces several different wines, each with its own distinct style. The estate's flagship wine is Abelard, a red blend that is named after the famous medieval philosopher. Abelard is a complex and full-bodied wine that is made from a blend of Grenache, Syrah, and Mourvèdre grapes. The wine is aged in French oak barrels for 24 months, resulting in a wine that is rich and full of flavor.

Another standout wine from Chêne Bleu is Aliot, a white blend that is made from Viognier, Roussanne, and Grenache Blanc grapes. Aliot is a crisp and refreshing wine that is perfect for warm summer days. The wine is aged in French oak barrels for 12 months, which gives it a subtle hint of oak and a creamy texture.

Chêne Bleu also produces a rosé wine called Astralabe, which is made from Grenache and Syrah grapes. Astralabe is a light and fruity wine that is perfect for sipping on a hot summer day. The wine is aged in stainless steel tanks, which preserves its fresh and vibrant flavors.

Overall, Chêne Bleu is a world-class winery that produces exceptional wines using traditional winemaking techniques and biodynamic farming practices. The estate's commitment to quality and sustainability has earned it a reputation as one of the top wineries in the Provence region of France.

En el valle del Ródano se produce vino desde hace más de 500 años, y algunos de sus viñedos figuran entre los más antiguos de Francia. El Syrah domina el sur con una mezcla de uvas mediterráneas, mientras que en el norte, las dos estrellas son el Hermitage -cultivado en una imponente ladera de granito sobre la ciudad de Tain y que es mejor guardar en el fondo de la bodega durante una década- y el Côte-Rôtie, una denominación estrella que se hizo famosa gracias a los vinos monovarietales de Guigal, pero que también alberga a docenas de excelentes productores aún menos conocidos. Las escarpadas laderas que dan al río tienen que aterrazarse para hacer posible la producción.

St Joseph y Cornas también proporcionan vinos de peso y valor, pero la mejor fuente de buena relación calidad-precio es Crozes-Hermitage, una denominación satélite que ha cobrado vida en los últimos años con la llegada de sangre joven.

El valle del río se ensancha al sur de Valence en la región de Côtes du Rhône, en las ventosas llanuras aluviales y en las laderas más bajas de las colinas. Es una vista imponente durante los fríos y despejados cielos azules del Mistral. Los mejores pueblos vinícolas de Côtes du Rhône han sido promocionados a sus propias denominaciones (Vinsobres, Vacqueyras), cercanas en calidad a las más conocidas Gigondas.

El rey del Ródano meridional es Châteauneuf-du-Pape. Aquí, los galets roulés, rocas redondeadas del antiguo lecho del río, proporcionan el contexto para unos vinos tintos gloriosamente ricos que desprenden el aroma del calor y las hierbas del sur, y que se ven realzados por la complejidad que aporta la mezcla de varias variedades de uva. Se permiten trece en total, pero la garnacha suele dominar, junto con la syrah y la mourvèdre como apoyo. Una buena añada necesita de ocho a diez años de guarda para obtener los mejores resultados.

Si su gusto se inclina por vinos blancos con más cuerpo, más ricos y relativamente exóticos, quizá le convenga más un Hermitage blanco o un Châteauneuf-du-Pape del valle del Ródano, o bien un Condrieu, sede de la uva Viognier, maravillosamente perfumado y embriagador.